Si no puedes escribir, quizás sea por tu cuerpo (1)

La escritura es una actividad que demanda mucho esfuerzo físico.

Nunca debemos creer que porque se escribe sentado y solo tecleando sobre una computadora, nuestro cuerpo no está siendo puesto a prueba.

José Donoso cuenta que, mientras escribía Obsceno pájaro de la noche, sufrió de males estomacales.

Haruki Murakami compara correr maratones con escribir una novela.

Pero no te preocupes: nuestro cuerpo es un prodigio y soporta sorprendentes severidades.

Uno de los problemas medulares es lo que le decimos.

La mente determina la materia.

 Siendo escribir una actividad mental, ponemos en juego todas nuestras predisposiciones negativas.

En otras palabras, si nuestras voces (¿Las recuerdas? El jefe, el pesimista y el perfeccionista) convencen al cuerpo de que no puede hacer algo, no podrá.

La siguiente es una cita que aparece en De qué hablo cuando hablo de correr de Haruki Murakami.

«Los tiempos individuales, el puesto en la clasificación, tu apariencia, o cómo te valore la gente, no son más que cosas secundarias».

Esto es sobre correr, pero también se relaciona con escribir.

¿Y qué es esto sino acallar nuestras voces internas?

¡Tus voces internas te crearán dolor al escribir, si se los permites!

Por otro lado, al escribir, empujamos a nuestras neuronas a que busquen la palabra exacta y a redactar con coherencia.

Nuestra biología está diseñada para evitar fugas innecesarias de energía.

Y escribir es un ejercicio con el que imponemos a nuestro cuerpo un gasto de energía fuera de lo común.

En la siguiente entrada, veremos cómo puedes acondicionar tu cuerpo para soportar estas demandas.

2 Comentarios

Responder a Mariela Cancelar la respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s