Prólogo
En junio y julio del año 2015, se llevó a cabo un taller con duración de diez semanas, facilitado por el escritor Carlos Wynter Melo. Llevaba como título, a modo de provocación y guía: Cómo convertirse en buen plagiador. Se basaba en que los primeros maestros de un aspirante a escritor son las lecturas que prefiere. Por esta palestra didáctica discurrieron, para ser saqueados, Ernest Hemingway, Truman Capote, Julio Cortázar, Rogelio Sinán, Gabriel García Márquez y el mismo Carlos Wynter Melo.
Así como es cierto que ladrón que roba ladrón tiene su perdón asegurado, también lo es que quien roba por una buena causa, la literatura, será absuelto paulatinamente. Robamos literatura con inocencia. Robamos lo que nos sume en su hipnosis, lo que nos salva la vida. Lo más meritorio es que, nuestra insistencia en robar, acaba dándonos riqueza propia, conocimiento sobre nosotros mismos. El problema no es el plagio, sino nunca despertar a su sueño. El plagiario debe saber que tiene una deuda y pagarla con esfuerzo personal y literario. Ese esfuerzo hará que cree herramientas que le pertenezcan.
Al llamado de este hermoso delito acudieron Diana Antúnez, Vilma Calderón, Daniel Delgado Diamante Sealy, María Isabel Domínguez, Glenda Silva y Andrea Vinci. Este libro reúne los mejores plagios que completaron, sus plagios ejemplares.
Carlos Wynter Melo