Creo que hay que dejar claro que nos animan las mejores intenciones. Y el Instituto Nacional de Cultura, en su nueva administración, demuestra con este paso que también es movido por afanes constructivos. Aún falta mucho por hacer: dar seguimiento sistemático a los planes de fomento de la lectura, construir redes con escritores y organizaciones, sumar, sumar y sumar, formar, formar y formar. Pero todos somos responsables de eso. Doy gracias, como escritor panameño, al INAC por este primer paso. 26 de febrero, 10 de la mañana, hay que ir.